¿Sabías qué no hay viaje por Turquía (y Grecia) que no se encuentre interceptado por la penetrante mirada del ojo turco? Omnipresente y poderoso, es el encargado de espantar las malas energías y de protegernos contra la envidia. Si has tenido la fortuna de ir a estos lugares, seguramente te compraste más de uno como souvenir, pero… ¿Cuáles son los usos y qué significado tiene? ¡Quédate que aquí te lo contamos!
El Ojo Turco, ¿tiene otro nombre?
Aunque en gran parte del mundo se conozca como «ojo griego» u «ojo turco», su nombre original es nazar. Esta palabra viene del árabe y significa seguridad y atención, así que por supuesto tiene que ver con el uso que le dan.
¿Qué significa?
El ojo turco es un amuleto que se cree que protege contra las malas energías y el mal de ojo. También se le conoce como nazar o piedra del mal de ojo.
El ojo turco tiene su origen en la mitología egipcia, donde se asociaba con Horus, el dios de la guerra y el cielo. Se cree que la creencia de que una persona puede transmitir mal o malas cosas a otra mediante su mirada se originó en la antigüedad, cuando se pensaba que las brujas enfermaban a sus víctimas a pedido.
- Azul: El color más tradicional, asociado al agua, a las buenas energías y a la protección contra el mal de ojo.
- Celeste: Simboliza la verdad y ofrece protección contra el mal de ojo.
- Verde: Simboliza la esperanza y el crecimiento personal.
- Amarillo: Simboliza la fuerza, la vitalidad, la salud y el vigor físico.
- Rojo: Simboliza la energía, el poder, la determinación, la pasión y el deseo.
- Negro: Simboliza el poder y la fuerza.
- Blanco: Simboliza la bondad, la inocencia y la perfección.
Pero, ¿Para qué se usa el ojo turco o Nazar?
El nazar es un amuleto que se usa para espantar el mal de ojo y las energías negativas. Constantemente estamos en contacto con la energía de otras personas; a veces es positiva, pero otras tantas, no. Esta energía, consciente o inconscientemente, puede afectar nuestra existencia.
El ojo, al ser el portal de nuestra alma, refleja directamente nuestras emociones. Para eso, desde la antigüedad se inventaron distintos amuletos para protegernos contra la envidia y los malos deseos. El ojo turco es el elegido de la zona.
¿QUÉ ES EL MAL DE OJO Y CÓMO SE RECONOCE?
Siempre, siempre escuchamos hablar del mal de ojo y cómo hacerlo para curarlo, alguien tiene que tener tu nombre completo y pronunciar unas palabras secretas que todo lo curan. Y también es de público conocimiento que esa fórmula mágica puede ser transmitida a otra persona solo el día de Nochebuena. Si se pasa otro día, tanto la persona que lo cuenta como la que lo escucha perderán el «poder» de curarlo.
Lo que no muchos saben es que el mal de ojo puede llegar voluntaria o involuntariamente. Si bien se lo asocia a las personas envidiosas que irradian su energía negativa a través de sus miradas, puede generarse por efecto contrario: si algo o alguien están siendo muy halagados, hay posibilidades que terminen afectados.
En los adultos, el efecto del mal de ojo es más psicológico que físico. La paranoia repentina, cambios en el humor, miedo o nerviosismo son algunos de los síntomas. En cuanto a lo físico, el sueño alterado y cansancio extremo son los más comunes.
¿Y en los bebés?
Se cree que los bebés y los chicos suelen ser los más vulnerables al mal de ojo ya que no tienen las defensas energéticas necesarias para combatirlo. Por lo tanto, cuando un chico tiene pérdida de apetito, diarrea, vómito continuo, sueño alterado o brotes en la piel, se considera que fue afectado. Por eso, aunque muchas familias no usen el ojo turco como amuleto en su vida diaria, cuando tienen un hijo lo aceptan «por las dudas». Se usa la ropita con un alfiler de gancho, en la cuna,una pulserita o en la habitación para protegerlo del exceso de miradas que recibe durante sus primeros días de vida.
Ahora que ya sabemos ciertas cositas sobre el ojo turco, a continuación te dejo algunas curiosidades:
♦ El Islam (así como el cristianismo) prohíbe los amuletos porque cree que Alá los protege de todo mal. Pero, pará… Turquía es un país con mayoría musulmana… ¿Cómo puede ser? La realidad es que, si bien el 99% de los turcos son musulmanes, no todos son practicantes ni cumplen con la religión al pie de la letra, por eso es que incorporan el uso de amuletos a su día a día.
♦ Si bien hay de distintos materiales, el preferido es de vidrio, porque cuando se llena de mala energía, se rompe.
♦ Los deportistas que creen en esta tradición se suelen tatuar un ojo turco en su extremidad hábil. Piernas y brazos protegidos por el nazar son comunes en Turquía.
Como toda superstición, por supuesto que depende de las creencias de cada uno. Por ejemplo, yo no creo en las brujas, pero de que las hay… las hay. ¿Qué otra curiosidad me hizo falta? ¿Tú sí eres creyente del nazar? ¿Te han hecho mal de ojo? ¡SÍGUENOS!
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